La sopa es uno de los platos más consumidos en el mundo y muy típico de la cultura ecuatoriana. Se trata de una preparación apta para bebés, adultos, adolescentes, niños y adultos mayores. Sencilla de preparar e ideal para almorzar.
Cerca del 80% del agua en el cuerpo proviene de la ingesta de líquidos y de los alimentos; la sopa debido a su aporte de agua y minerales, junto con una alimentación balanceada ayuda al cuerpo a mantener el balance hídrico adecuado.
Durante los procesos de lactancia y gestación los requerimientos hídricos aumentan por lo que durante estas etapas el consumo de alimentos ricos en agua es recomendable.
Una gran ventaja de la sopa es que contiene vegetales, que contribuyen con el retraso del vaciamiento gástrico y ayudan a la sensación de saciedad, por esta razón su consumo junto con una alimentación equilibrada brinda beneficios al cuerpo. La receta para una sopa puede variar muchísimo, pero para elaborar la perfecta combinación debe contener una porción de proteína animal o vegetal, como por ejemplo pollo, carne, pescado o granos; una porción de carbohidratos como, arveja, haba, quinua, cebada, avena, arroz o papa; variedad de vegetales como apio, espárrago, brócoli, cebolla, acelga, espinaca o zanahoria; y, para resaltar su sabor, especies como orégano, tomillo, albahaca o romero, la importancia de que las verduras queden ‘al dente’ para que no pierdan sus propiedades nutricionales.